11 de noviembre de 2016

Papelón

Difícil proyectar una especie de análisis después de un partido así. Las emociones ante una evidencia tan apabullante pueden correr el eje y ganarle la pulseada a la objetividad. Va un intento...

El arranque fue auspicioso. Argentina con equipo corto sin regalar espacios pero con intenciones de jugar. Tenencia y control aunque sin profundidad. Brasil, por su parte, haciendo gala de un pragmatismo arrasador: orden, poco espacio para Messi y transición rápida. En esos primeros 25 Argentina fue un milímetro (?) superior con una de Biglia, una corrida de Enzo Pérez y poco más. Justamente Enzo Pérez fue el mejor del Primer Tiempo. Inentendible el cambio.

Después del gol de ellos, con error casi amateur en la marca de Mascherano y Zabaleta, todo lo (poco) bueno construido se cayó a pedazos. Se terminaron la tenencia y el orden. Encima el segundo de ellos a los 44 fue el golpe de KO.

El segundo tiempo estuvo de más. No terminó en goleada histórica porque los brasileros se enamoraron (?) del firulete. La diferencia de velocidad entre los delanteros brasileros y las carretas los defensores y mediocampistas argentinos fue abismal. Jugábamos a dos deportes distintos. Y ahí, comenzó el show de la sobreactuación de la guapeza: Higuaín corriendo a Neymar 20 metros para bajarlo, Mascherano peleándose con todos, Funes Mori y Otamendi pegándole al que se cruzara. Un papelón!

Messi rodeado de mil brasileros a veinte metros del argentino más cercano, Higuaín casi sin tocarla, Di María chocando, el doble 5 lentísimo, Zabaleta y Más viendo camisetas brasileras siempre desde atrás... Así se hace muy difícil. Se puede perder contra Brasil allá, está en los papeles.  El es tema es el "cómo". Y lo de ayer rozó la vergüenza.

Este equipo tiene a esta altura un problema psicológico, claro. Pero también futbolístico. No hay idea de juego. No hay una estrategia para rodear como se debe al mejor del mundo. No hay rebeldía ante la adversidad. No hay soluciones desde el banco cuando el partido lo pide. No hay... Lo que sí parece haber es olor a varios ciclos cumplidos. Porque hay jugadores que están robando muy por debajo de su nivel, hace rato. Preocupa lo que viene además porque se ve un Técnico derrotado que no le encuentra la vuelta.

7 de octubre de 2016

Adiós Sí! Generis

Corrían los tempranos 90 cuando tomé contacto por primera con el Suplemento Sí!, también conocido como el Suplemento Joven, para los amigos el Sí! de Clarín. En mi casa se leía el gran diario argentino, cumpliendo esa especie de legado clasemediero progre (?) (por ese entonces Clarín tenía una tirada diaria de medio millón de ejemplares, una quimera hoy en día) y un Viernes como cualquier otro, decidí explorar (?) un poco más allá de la sección Deportes y ahí lo encontré: Soda Stéreo en la tapa, blanco y negro (obvio!), ocho páginas,  un diseño extraño, muchísima información. Fue todo un shock

Eran tiempos de descubrimiento y aprendizaje, también en lo musical, y encontrar un suplemento que se alejaba de la solemnidad y seriedad periodísticas para hablarte de las cosas que te gustaban, de las bandas que admirabas, de las nuevas que tenías que conocer... y todo con un lenguaje cercano, descontracturado, con onda (?). Porque el Sí! no fue (increíble hablar en pasado) un suplemento sobre rock. O no solo fue eso. Un suplemento que durante 31 años se dedicó a tratar de entender y difundir la cultura juvenil, así lo definiría.

Y hablo de una época en la que acceder a la pornografía a información de tu banda favorita era ganarle al Barsa de visitante con dos tipos menos (?): Internet como hoy la conocemos no estaba en la cabeza de nadie, el cable recién empezaba a dar sus primeros pasos y la TV de aire estaba demasiado acartonada para darle lugar a estas temáticas, la Rock and Pop tenía unos pocos años de vida... sólo quedaban las revistas de rock. Y eran poco menos que un lujo para un adolescente. La aparición del Sí!, un suplemento dentro de un diario que se compraba (aunque parezca una locura) a diario, venía a solucionar esta acefalía (?) de data.

Todo aquel adolescente que haya vivido en Buenos Aires durante los 80 y 90 seguramente habrá armado más de una vez su fin de semana de acuerdo a la agenda del Sí!, una suerte de Manual Kapeluz rockero (?) que aparecía en la última página informando todos los shows del finde, desde el Luna Park y Obras hasta la plaza más escondida del Conurbano, pasando por los míticos reductos under como Cemento y Cromañón.

Además, el éxito del Sí! radicó en explorar un lenguaje, diseño y estilo experimentales dentro de un diario masivo, que suele tener poco espacio para el prueba-y-error (?). En la innovación, porque el periodismo de rock no consiste en rendirle pleitesía a los artistas que ya conocés, lo rupturista es contarte lo que te estás perdiendo, lo que te queda por conocer, lo que te falta. En este punto, el Sí! tuvo éxito genuino. 

Pero no todo es rock en la vida (?). El suplemento supo ahondar temáticas sociales, culturales, nuevas tendencias. Todo lo que tiene que ver con la cultura joven siempre haciendo todo lo posible por evitar esa mirada consevadora de cierto periodismo anquilosado cuando se mete en temáticas que escapan a su espacio de confort (?).

Tal vez el Sí! se adapte a estos nuevos tiempos y se vuelque hacia el formato digital, como vienen haciendo otros proyectos periodísticos que no pueden (o ya no les conviene) sostener la edición impresa. O tal vez no y sólo nos quedarán los recuerdos (?). Lo cierto es que durante 31 años le agregó diversidad a un medio conservador y aburrido que no la tenía. Ese lugar de bastión de la resistencia se va a extrañar. Chau Sí!, fue un gustazo...


27 de junio de 2016

La cuarta es la vencida (?)

Como en esas pesadillas en las que sabemos que la estamos pasando mal y de las que queremos despertar pero no podemos, la selección Argentina acaba de perder la tercera final consecutiva en dos años. Ésta generación de futbolistas, sin dudas la mejor desde el Mundial 86 (al menos en nombres), tiene algo con las finales que los paraliza, los frena, los acorrala, los tensiona.

Parecía que esta vez estaba todo dado para torcer el maleficio (?). El andar tranquilo en esta Copa América Centenario, contra rivales flojísimos como Panamá y Bolivia en el grupo, Venezuela y EEUU después, sumado a la temprana pecheada despedida de candidatos históricos como Brasil y Uruguay, configuraron un espejismo que nos hizo parecer campeones antes de serlo. Y por tercera vez no pudimos definir en momentos claves, no manejamos los tiempos del partido, no hicimos goles... Si en 360 minutos no hacés un gol es difícil (!)

Tarde otra vez Martino en los cambios: mucho partido para Di María, Banega y Bilgia en una gamba. Flojos otra vez Higuaín y Agüero en jugadas claves en momentos claves. Y Messi, si bien estuvo mucho más activo que en las dos anteriores, sigue sin ser ese jugador determinante en finales como sí lo es en otros partidos. Se lo notó encarador, rápido, con ganas... pero en estos partidos el as tiene que dar un plus para terminar de sentarse en el sillón de los grandes. Y no pasó...

En cuanto a la renuncia a la selección, tal vez sea una reacción en caliente, tal vez una especie de escapatoria ante tanta presión. Lo cierto es que esta ausencia temporaria le vendrá bien, tanto a él como al hincha, para bajar un cambio y pensar con tranquilidad Rusia 2018. Porque es el mejor del mundo y todos estamos de acuerdo en que tiene que estar. Pero tiene que estar bien. Y ahora, quedó claro, le pesa la selección.

El argumento de los defensores a ultranza (?) de Lío es "bueno, no juega solo, no puede hacer todo. Si entraba la de Higuaín, si entraba la de Agüero..." Pero no entraron. Al fútbol se gana haciendo goles y en la mayoría de los casos jugando mejor que el rival, no echando mano a especulaciones aritméticas o lo que podría haber sido. No se ganó porque se perdonó, porque se decidió mal, porque no se supo aprovechar las oportunidades. Como en las dos finales anteriores. 

En el haber de este proyecto Martino, que no me seduce, hay que destacar que afianzó una dupla central en un gran nivel, sumando a Mercado para configurar una defensa casi nueva que se muestra sólida. Recuperó a Banega y encontró en Gaitán y Lamela dos recambios interesantes. Por otro lado, esta derrota tiene olor a varios ciclos cumplidos: Higuaín, Agüero, Biglia, ¿Mascherano? ¿Di María?

Ganar títulos es parte constitutiva de lo que implica ser un equipo grande. Si no se entiende ésto se pierde de vista el objetivo de toda competencia. El proyecto es necesario y el camino más razonable para conseguir títulos. Pero cuando se dejan pasar tantas oportunidades en tan poco tiempo, evidentemente algo más hay. El reto de Martino consiste en dar vuelta esta situación, tal vez más psicológica y anímica que futbolística.







29 de marzo de 2016

Chau MUY, traé alfajores...

Como una especie de profesía, van cayendo de a uno inexorablemente. Cuando años atrás (no tantos) nos hablaban sobre la desaparición de los diarios en papel creíamos, echando mano de un positivismo inmenso, que tal fenómeno nunca llegaría. Era algo lejano. Pero llegó. O mejor dicho, está llegando. 

Primero fue el diario BAE (Buenos Aires Económico), dejó de existir por las bajas ventas manteniendo su formato digital, rebautizado INFOBAE. Luego, Crítica de la Argentina, el ambicioso proyecto editorial de Jorge Lanata sufrió el mismo destino, vaciamiento y conflicto gremial mediante. También se puede agregar la corta experiencia de Libre, otro intento de diario sensacionalista, de Perfil en este caso. Ahora le toca el turno a MUY.

MUY nació en Mayo de 2011 bajo el padrinazgo (?) del Grupo Clarín con la idea de competir en el mercado de diarios denominados populares. Con una propuesta de alto impacto visual, un lenguaje coloquial, una agenda editorial diferente con acento en policiales, espectáculos y deportes y una escritura ágil y descontracturada, MUY buscó hacerse camino entre los diarios sensacionalistas, fenómeno que registra un crecimiento sostenido en todo el mundo.

El viernes será la última edición de MUY en formato papel. Se mantendrá la versión digital y desde la empresa aseguraron que todos sus periodistas serán reubicados. La razón principal del cambio tiene que ver con que no lo leía nadie la baja de las ventas. 

Resulta un fenómeno más complejo, claro. Canales de noticias las 24 hs, el flujo constante de información en Internet, el bombardeo incesante de redes sociales, etc., llevan a volver casi obsoletos los diarios en papel, al menos los que no tienen una trayectoria y estructura  detrás que les permita estirar un poco más la agonía.

En este sentido, la única salida posible es adaptarse. Y la versión digital resulta el camino lógico. La llegada de Internet modificó de forma inevitable el consumo de información y por ende, el modus operandi (?) de los medios. La radio, volviéndose accesible desde computadoras y teléfonos celulares; La televisión, habilitando el consumo desde sus propios portales online; Y los diarios, reconfigurando su esencia a través de una lectura más ágil, dinámica e impactante en sus sitios web.

Así, el periodismo se encuentra en una lucha constante entre el rigor informativo y la credibilidad por sobre la inmediatez y el pescado podrido de los nuevos medios. Así de enorme es la tarea...