Final anunciado. El andar de Argentina en el Mundial de Rusia 2018 terminó como había empezado: superado, sin reacción, sin aspiraciones. Luego del envión anímico que significó la clasificación agónica en el último partido contra Nigeria las esperanzas parecían renovarse. Puro espejismo.
El inicio del partido con Francia evidenció una diferencia de velocidad demoledora. El "planteo" de Sampaoli consistía en cortar el circuito creativo Pogbá-Griezmann-Mbappé con un medio combativo, ensanchar la cancha con Pavón y Di María y bajarle el ritmo a Francia manejando la pelota con Banega como eje. A los 20 minutos el plan se cayó como un castillo de naipes. Y Francia no terminó el partido antes porque bajó dos cambios.
La posición de Messi como falso 9 cayó por su propio peso de entrada. Funcionó en el mejor Barcelona de la historia porque tenía intérpretes con quien asociarse pelota al piso y podía moverse por todo el frente de ataque a su gusto. Hoy tuvo que bajar a mitad de cancha porque no entraba en juego. No hay jugadores capaces de llevar la pelota limpia y que Messi reciba en tres cuartos, con lo cual termina levantando la cabeza con 60 metros por delante, dos opciones de pase por afuera y nadie para llegar por adentro. La referencia de área (llámese Higüaín o Agüero) es más importante desde lo posicional que desde el gol en sí. Sampaoli le simplificó el planteo defensivo a Francia.
Argentina nunca estuvo en partido desde el trámite. Los dos goles llegaron por jugadas aisladas y nunca pudo sostener la ventaja. Francia hizo 3 goles en 15 minutos. ¡In-cre-í-ble!. Daba la sensación de que cada vez que se lo proponía podía quedar mano a mano. Y no terminó en goleada histórica porque regularon. La diferencia de recursos y variantes fue abismal. Un equipo armado con gente de buen de buen pie, vertical y que sabe a lo que juega versus un rejunte de jugadores 6 o 7 puntos tirados a la cancha sin un sistema claro, con el se-la-damos-a-Messi-y-que-se-arregle como única arma.
Las razones de este fracaso son varias: 1- El técnico no supo plantear ninguno de los cuatro partidos. Todo lo que podía hacer mal lo hizo mal 2- Argentina no supo llevar a cabo el recambio generacional después de Brasil 2014 que el contexto pedía a gritos. 3- La lista armada por Sampaoli hizo agua por todos lados (sumado a la falta de criterio a la hora de los cambios: Dybala y Lo Celo fueron a sacar fotos). 4- Pasaron tres técnicos en cuatro años, nada de proyectos. 5- El más importante y marco explicativo de todos los puntos anteriores: estamos ante la peor AFA de la historia. Gente que no sabe de fútbol, enquistada desde hace décadas. Rompieron el fútbol argentino. Chocaron la ferrari.
Argentina tuvo en su despedida del Mundial un baño de realidad. Francia es mejor equipo desde el juego, desde lo individual y desde lo físico. Como creo que lo son 12 o 13 de los 16 equipo que clasificaron a Octavos. No merecía pasar la zona de grupos. Tanto contra Nigeria como contra Francia mostró corazón y tozudez para seguir yendo. Nada más. Un argumento flojísimo como para tener aspiraciones reales.
Es momento de refundar la selección. El recambio generacional es urgente. Poner al frente un técnico con convicciones y un sistema definido a trabajar de acá a dos o tres mundiales también. Difícil que suceda en este derrotero de malas decisiones, falsos proyectos y ausencia de criterio que es el fútbol argentino