24 de agosto de 2014

El balde es el mensaje

El "Ice Bucket Challenge", esa modita del baldazo de agua helada que se viralizó (una especie de meta de los Comunity Manager y los Periodistas 2.0) por las redes sociales hasta desplazar a otros temas de furiosa actualidad de la agenda mediática. La idea es muy sencilla: tirarse un baldazo de agua helada para concientizar sobre la enfermedad de esclerosis lateral amiotrófica (ALS por sus siglas en inglés) y generar donaciones para la Asociación de Esclerosis Lateral Amiotrófica. Luego, se deben donar 10 dólares y nominar a tres personas a realizar el desafío. La persona que no acepte el reto, debe donar 100 dólares. El gancho: lo hacen los famosos.

O sea que estamos ante una curiosa disyuntiva: si hace el desafío el famoso en cuestión, dona menos plata, pero logra mayor difusión para concientizar sobre la enfermedad. Sin baldazos de famosos auto humillándose, no nos enterábamos de la campaña. Todo un dilema

Resulta difícil comprender qué clase de morbo nos lleva a querer ver a un famoso tirándose un balde de agua en la cabeza por su propia voluntad. La noticia del día es "tal se sumó al Ice Bucket Challenge y nominó a tal, tal y tal ¿se animarán? Mirá el video". De la enfermedad, poco y nada. Es cierto, con la viralización en redes sociales, los medios tradicionales al menos hablan del tema. Lo dan a conocer. Pero vendría bien una cobertura del problema un poquito más conciente. 

¿Está bien que una puesta en escena bizarra funcione como vehículo de difusión? Todo lo que logre visibilidad pública puede pensarse que es positivo, pero ¿no le quita seriedad al tratamiento de la enfermedad? ¿Sirve que lo que haya logrado relevancia mediática sea el baldazo por el baldazo mismo? Preguntas que deberíamos hacernos mientras el próximo famoso acepta el desafío, nomina a otros tres y sigue expandiendo esta especie de hipervínculo infinito (?)

La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular. Se origina cuando unas células del sistema nervioso llamadas motoneuronas disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva de pronóstico mortal: en sus etapas avanzadas los pacientes sufren una parálisis total que se acompaña de una exaltación de los reflejos tendinosos.






3 de agosto de 2014

Periodismo Para Pocos

En un nuevo capítulo de "Periodismo Para Pocos" (?), llegan las tapas de hoy de Página/12 y Clarín. El tema, tan complicado como ineludible, es la negociación con los fondos buitres y un posible default (por momentos, parece que en Piedras 1743 lo esperan con el champagne en el freezer...). 

Por el lado de Página/12, una excelente tapa desde lo visual, coronada con un "Buitres go home" como título. Excelente resumen nacional y popular. Por el lado de Clarín, "Pronostican que la recesión será más grave por el default". Nada nuevo bajo el sol.

Lo llamativo es la volanta (en Página) y la bajada (en Clarín). En el primero dice: "Una encuesta exclusiva muestra que seis de cada diez consultados respaldan la forma en que está negociando el Gobierno". Por el otro lado, "Según once economistas consultados por Clarían, habrá menos consumo y crédito, y más presión sobre el dolar. Pero un acuerdo con los fondos buitres podría atenuar la caída".

Más allá de esa forma bochornosa de usar el condicional de Clarín, lo que demuestran ambas tapas es que el uso de la encuesta como un elemento legitimador también se puede enfocar de tal manera que la línea editorial siga intacta. Los "consultados", según de qué lado estemos hablando, ven un Gobierno que está realizando una gesta patriótica o uno ineficaz, que nos llevará inevitablemente a un escenario apocalíptico. En blanco o negro, aquí no hay lugar para los grises.

Los lectores de uno y otro comentarán un país distinto en la sobremesa de hoy. A esta altura ya no debe sorprendernos ni la obsecuencia absoluta ni la oposición por la oposición misma. Hoy son los fondos buitres, mañana aparecerá otro tema, pero el "Periodismo Para Pocos" seguramente nos entregará más capítulos de esta ficción que supimos conseguir (y cosumir).