Suele decirse, como una suerte de slogan todoterreno, que no existe nada más viejo que el diario de hoy. Adaptando este simpático lema a los tiempos que corren, podríamos reformularlo más o menos de la siguiente manera: "no te encariñes demasiado con esa aplicación, esa red social, esa forma de comunicación... la siguiente no va a tener piedad al momento de desplazarla"
Dubsmash, la aplicación de moda (?) que parece haber llegado para quedarse a la Argentina, es un bicho raro de analizar. No por su complejidad, todo lo contrario. La simpleza (al extremo, al punto casi de gritarte estúpido en la cara) es su as de espadas. Consiste en crear videos cortos donde el usuario puede hacer doblajes de famosas líneas que van desde películas, series televisivas, canciones, etc. Básicamente, permite hacer playback sobre la voz original, poniendo el acento en los dotes actorales (?) del creador del video.
Tal vez Dubsmash llegue a desplazar a los videos de usuarios anónimos en YouTube, como pasó con las redes sociales desplazando a los Blogs, Whats App al chat y los smartphones a los cibercafé (?). Porque así se maneja este mundo cruel de la tecnología (la nueva jungla 2.0), supervivencia del más tecno (?)
Ahora bien, ¿a qué responde la popularidad de este tipo de modas? ¿Tiempo libre? Fundamental ¿Necesidad de protagonismo? Puede ser ¿Demasiada cantidad de actores frustrados? Muchísimos, evidentemente. Y sin miedo al ridículo. Algo es seguro: no son graciosos, no son originales, no tienen valor artístico alguno. En fin, como toda moda con pocos argumentos, lo más probable es que pase al olvido más temprano que tarde.
El año es largo, pero creo que entre el palo para Selfies y Dubsmash pelean mano a mano el título de "Bizarreada tecnológica del 2015"...
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