23 de noviembre de 2015

"Armen un partido y ganen las elecciones"

Analizar (y tratar de entender) una elección como la de ayer sin estar involucrado ideológica ni sentimentalmente con ninguno de los dos candidatos parece una quimera. Doce años de kirchnerismo nos acostumbraron a pensar que no existe el punto medio: estás con nosotros o sos el peor de los gorilas. Va un intento, con pretensión de objetividad cero:

Para empezar, me parece que estamos ante un fenómeno (el macrismo) que va más allá de la acusación "la ciudad de Buenos Aires es oligarca, gorila y tilinga, por eso vota así". Echar mano a este discurso es no entender el fenómeno y atrasar varias décadas. Se trata más bien de un tipo de representación y gestión con el que podemos no coincidir pero que se sigue afirmando, por un lado; y por otro, un espacio político que entendió a la perfección el rol del "otro" en política. Siempre se necesita un "otro" sobre el cual afirmar en oposición mi propia identidad. El kirchnerismo, primero en la ciudad, después en Provincia de Buenos Aires y finalmente en el país, entró en el juego y es, creo, el mayor responsable del crecimiento exponencial del macrismo con menos de diez años de existencia.

Dentro del kirchnerismo debería haber una fuerte autocrítica luego de esta elección. El modelo de confrontación constante y el clientelismo grosero (sumado a la inflación, desempleo, inseguridad, corrupción, etc.) echaron por la borda doce años de ciertas conquistas (sobre todo en el plano social) que nadie en su sano juicio podría negar. Derechos Humanos, Asignación Universal por Hijo, ANSES, Paritarias Libres, estímulos a la industria y al consumo, por nombrar sólo algunos logros. Pero el problema con el kirchnerismo tiene que ver mucho con las formas, más allá del contenido. Esa postura agresiva y beligerante, alimentada en un ida y vuelta con los grupos mediáticos, decantó en lo que muchos llaman "la grieta", esa clara división social que delimita amigos y enemigos, sin lugar para los neutrales.

El kirchnerismo perdió casi un 20 % de votantes desde 2011 hasta las Primarias de este año. Ok, no es un dato menor que la cara visible ya no sea Cristina sino Scioli, sobre todo teniendo en cuenta la liturgia peronista del culto al personalismo. De todas maneras, al tratarse de un partido de masas con un enorme aparato detrás y doce años de continuidad a nivel nacional, la pérdida de votantes tiene que ver con un fenómeno más abarcativo, que implica malas decisiones en el plano económico, gran cantidad de actos de corrupción en el seno del propio gobierno y una forma de comunicar egocéntrica y reaccionaria. Cóctel explosivo en el largo plazo.

Del otro lado, un espacio político en formación, sin aparato, sin caras demasiado conocidas, con aciertos y errores en la Ciudad de Buenos Aires, con procesamiento de Macri y el "Caso Niembro" entre las aristas oscuras... pero quién se hubiera imaginado hace cuatro años un escenario como el de hoy? Sin dudas la coyuntura social estuvo de su lado, el resto fue apostar al discurso del cambio y dejar (y alentar) el autodesgaste de Scioli y el kirchnerismo en general.

Podría decirse que se trata del primer gobierno de derecha pos dictadura. Convocando además a los pocos radicales que quedaban luego del fracaso de la Alianza y a ciertas figuras del progresismo unidas por su oposición al kirchnerismo. El enemigo de mi enemigo es mi amigo...

Probablemente el gobierno de Macri sea un viraje hacia políticas más cercanas a la derecha, al sector empresarial y los grupos económicos. Seguramente preste menos atención a los Derechos Humanos, a políticas sociales para el trabajador y los sectores bajos de la escala social. Lo único cierto es que no le tocó el escenario mas sencillo, algo así como hacerle hombre a hombre a Messi perdiendo 1 a 0.

Quedará para la anécdota este nuevo capítulo de la maldición de los gobernadores de Buenos Aires en las presidenciales. También el rol del kirchnerismo como oposición, habiendo perdido además su bastión en la provincia. Lo único concreto por ahora es, parafraseando a un tal Diego Armando Maradona, que al kirchnerismo se le escapó la tortuga.




14 de octubre de 2015

El Enigma Martino

Está claro que estábamos (mal) acostumbrados a que la Selección Argentina desfile en las eliminatorias sudamericanas. También es cierto que el fútbol, sobre todo de este lado del Atlántico, se ha emparejado en los últimos años. El paso previo al Mundial ya no resulta ser esa caminata desestresante de antaño. Todo eso se entiende y hasta resulta saludable. Lo que no esperaba nadie es el bajísimo nivel mostrado por Argentina en estos dos primeros partidos, más allá de la obtención de 1 solo punto sobre 6 posibles contra rivales que deberíamos haber bailado en los papeles accesibles.

Pero repasando un poco el pasado de Gerardo Martino como entrenador tal vez aparezcan algunas pistas que hacían prever algo de lo que pasa hoy. Su llegada a la selección tuvo que ver más con una cierta construcción ética de su persona que por éxitos deportivos reales: 3 títulos en Libertad, 1 en Cerro Porteño (ambos en Paraguay, una liga de las llamadas "menores"), 1 con Newell´s en Argentina en el que no le sobró nada y 1 con el Barcelona de España, la Supercopa (un solo partido). Poco y nada para acceder al banco de la selección Sub Campeona del Mundo y una de las potencias sin dudas. Ah, sí, fuimos a buscar al técnico que ayer nomás chocó de frente esa Ferrari llamada Barcelona...

En esa mezcla (?) de honestidad con discurso de "fútbol revolucionario", "identidad" y "pertenencia" es que debemos buscar las respuestas a la designación de Martino. En este punto, solo en este punto, resulta un caso similar al de Marcelo Bielsa (ambos identificados con Newell´s, paradójicamente): la construcción de un personaje bonachón, alejado de la polémica, emparentado idealmente con el buen fútbol, etc., pero con escasos éxitos deportivos. Ya sabemos como terminó el "Proyecto Bielsa". Por todo lo demás, en nada comulgan los equipos de Martino con los de Bielsa, aunque cierto periodismo berreta se esfuerce por verlos parecidos.

Porque a decir verdad, no existe un "estilo Martino". Nadie sabe a qué juega esta selección. Es un rejunte de individualidades arrojadas a la cancha sin una clara idea de juego. Y el factor "lesión de Messi" no es excusa, porque en la Copa América tampoco existió un concepto claro de juego y se llegó a la final de pedo con algo de suerte y enfrentando a rivales muy flojos. Además, con sólo tener al mejor jugador del mundo entre tus filas no alcanza, viene quedando demostrado hace tres Mundiales y tres Copas Américas. Sin una idea de juego, la que sea, que lo apoye y potencie, podés tener al mejor Maradona que nada cambiará.

En conferencia de prensa Martino dijo: "la idea no se negocia", como una suerte de declaración de principios. Hermoso slogan, contundente, sin fisuras. Pero esa "idea" no se refleja, nadie sabe cuál es, qué pinta tiene (?). Resulta más una frase efectista que un concepto plausible.

La realidad indica que lo que viene es preocupante. No solamente por el archi conocido resultadismo argentino sino por la falta de identidad, el escaso volumen de juego, la carencia de un estilo definido. El "Enigma Martino" es eso: carencias futbolísticas adornadas por una construcción de la bonhomía que resulta superficial. Un discurso (vacío) que nada tiene que ver con lo que se muestra en la cancha. 

Está a tiempo el "tata" de cambiar las cosas? Sí. ¿Tiene elementos para hacerlo? Claro. ¿Existen indicios para que ésto vaya a suceder en el corto plazo? Lamentablemente no. La eliminatoria es larga y clasifican al Mundial 4 de 10 directamente. Pero a este componente matemático (?) es necesario agregarle una idea de cohesión, de estrategia de juego, de jugadores jugando en su puesto, de táctica oportuna de acuerdo al rival de turno. Todo eso se encuentra del lado del debe por el momento. Veremos

30 de agosto de 2015

Fear The Walking Dead: así empezaba todo

Allá por el 31 de Octubre de 2010 se estrenaba en Estados Unidos el episodio piloto de The Walking Dead, serie post apocalíptica centrada en la temática zombie, género harto bastardeado en el mundo del cine. Pronto se convertiría en una de las series más seguidas de la historia de la televisión por cable a nivel mundial. A lo largo de cinco temporadas, no deja de sumar fanáticos que la ubican entre las mejores de todos los tiempos. Pero lo que no hizo TWD es explicar el comienzo de la epidemia zombie, para eso llega Fear The Walking Dead, su spin-off, tal el término en la jerga serial (?).

Fear the Walking Dead se ha convertido en el estreno de una serie con más audiencia en toda la historia de la televisión por cable con 10.100.000 espectadores, desplazando de ese puesto a Better Call Saul que reunió en su momento 6.900.000.

Escrita y dirigida por Robert Kirkman y Dave Erickson (mismos creadores de TWD), la serie comienza un mes antes de que Rick Grimes despierte del coma en una hospital de Atlanta y descubra que el mundo se fue al carajo ya no es lo que era. También cambia la locación: nos vamos a la costa oeste de Estados Unidos, a Los Ángeles más precisamente. Y en cuanto a los protagonistas, dos familias disfuncionales que irán descubriendo (como nosotros) cómo arrancaba todo.

Los flashbacks, técnica utilizada en cine y series para echar un vistazo al pasado para explicar algo del presente, resultan un recurso que el espectador siempre agradece. En este caso, se trata de una serie nueva y con otros protagonistas dedicadas a tal fin. Fear The Walking Dead tiene una gran ventaja: no está basada en un cómic como la serie madre. La desventaja será sobrellevar la comparación constante.

El capítulo piloto, lento, con mucho diálogo y casi sin zombies, se centra en los conflictos humanos entre ambas familias protagonistas y poco más. La idea es sentar las bases para lo que se viene seguramente. El origen de la pandemia, explicación que los fanáticos le vienen reclamando a The Walking Dead desde hace cinco temporadas, irá apareciendo en pequeñas dosis. 

En la explotación (?) de esta necesidad del rompebolas del espectador de información está el verdadero éxito de las llamadas series de culto. Nunca es suficiente lo que se muestra, siempre es necesario algo más. Porque ninguna serie puede explicarlo todo, nunca. Siempre quedarán cabos sueltos y los muchachos de la AMC, que te hacen un asado abajo de la lluvia, vieron (¿o crearon?) esta necesidad e inventaron una serie nueva que generará millones. Cracks!

Es bueno este primer capítulo de Fear The Walking Dead? Sí. Es una obra maestra? No, muy lejos de eso. La clave estará en la dosificación de la información. De nada sirve tirar de entrada hordas de zombies tomando la ciudad, para eso me quedo con TWD. La idea, saludable y lógica, es aportar otra mirada del mismo fenómeno antes de que se convierta en fenómeno. Tremendo desafío. Veremos...

28 de agosto de 2015

El silencio no es tiempo perdido

Un silencio, a veces, puede transmitir más que mil palabras. Esta frase remanida que roza el cliché, no deja de ser cierta incluso en momentos límite donde la lógica indicaría que es necesario decir un montón de cosas. También puede convertirse en una decisión difícil aunque acertada. Polémica, conflictiva, dolorosa... pero declaración de principios al fin.

Fue el camino elegido por Les Luthiers en su vuelta a los escenarios en el estadio Orfeo Superdomo de Córdoba tras la muerte el pasado Viernes de Daniel Rabinovich, miembro fundador del mítico grupo argentino. No hubo mención alguna al duro golpe sufrido. Su pensamiento quedó plasmado en la carta de despedida que publicaron en Facebook, la cual fue repartida al público con el programa de la obra. "Hoy estamos de duelo pero, aún tristes y doloridos, mantenemos nuestra decisión de seguir trabajando. Vamos a continuar con lo que mejor sabemos y más nos gusta, este bendito oficio de hacer reír a la gente. Es lo que quería Daniel", reza el comunicado. 


Sin dudas debe haber sido una decisión difícil de tomar. Son casi 50 los años compartidos por la misma formación (más allá del alejamiento de Ernesto Acher en 1986) y cada uno de sus integrantes resulta una parte constitutiva del grupo. Siempre resultó una locura pensar a Les Luthiers sin alguno de los cinco integrantes, pero también sabíamos que en algún momento ésto podía pasar. Y la decisión fue continuar, porque el show siempre debe seguir...

Les Luthiers siempre hizo gala de un bajo perfil, una especie de declaración de principios ante el mundo del espectáculo que cumplieron a rajatabla en tantos años de trayectoria. Por eso no extraña esta elección del silencio por sobre el sentimentalismo de cualquier tipo de homenaje expreso. Porque, a fin de cuentas, el acierto artístico de Les Luthiers siempre ha sido escaparle al lugar común como acto rupturista entre tanta repetición de fórmulas.

Los silencios (en plural y como recurso artístico) siempre fueron una forma más de comunicar para el grupo arriba del escenario. La gestualidad y discusiones en off son la herramienta elegida cuando las palabras y la música se toman un descanso. Y Daniel Rabinovich manejaba como nadie esos instantes de silencio para nada incómodos y cargados de sentido tan característicos de Les Luthiers.

De alguna manera, el silencio ante lo obvio fue el camino que eligieron los integrantes del grupo para comunicar el sentimiento que seguramente los atravesaba. Más allá de que el público presente esperara algún tipo de mención, las palabras hubieran sobrado. En este caso, el silencio se encargó de decir todo aquello que había para decir (y más)



8 de agosto de 2015

El escándalo Chano-gate

Fueron décadas de fomentar y festejar los excesos del rockstar como triunfos propios, cuando de haber sido ejecutados por cualquier otro mortal (?), se trataría de conductas imperdonables que no tardaríamos medio segundo en señalar. La liturgia del rock se ha encargado de construir a partir de estas exageraciones una imagen del rockstar hasta el punto de traspasar sus propios límites.

El caso de lo ocurrido el Miércoles con Chano Charpentier, cantante del grupo Tan Biónica, comporta además algunos detalles paradigmáticos para pensar el fenómeno: el tipo manejó casi una cuadra en contramano, chocando varios autos estacionados. Luego el examen toxicológico revelaría que se encontraba bajo la influencia de cocacína, marihuana y alcohol. Para coronar el incidente, varios vecinos literalmente lo lincharon enviándolo al hospital, dejándolo en estado crítico.

Por un lado entonces, tenemos la irresponsabilidad del rockstar que podría haber causado un accidente mucho mayor. Ésto es condenable, demás está decirlo. Pero es esa misma cultura rock la que ha fomentado durante años el traspaso de los límites hasta volverlo algo constitutivo de la propia manera-de-ser del rockero. La figura del artista que flagela su cuerpo y trasciende las normas sociales establecidas, es algo aplaudido y casi demandado hasta el hartazgo. Y resulta inevitable pensar que de tratarse de algún otro rockstar más del riñón (?) tal vez seríamos un poco más benévolos. 

Por otro lado, tenemos la justicia por mano propia por parte de los vecinos. Resulta grotesco tener que analizar este tipo de conductas en pleno 2015 y evidencia rastros de una sociedad por demás violenta que canaliza a través de problemas de tránsito cotidianos, del fútbol, de contiendas políticas, etc. su agresividad latente configurando un espacio de anarquía en donde literalmente vale todo. Una locura...

El Chano-gate revela conductas condenables desde todos los rincones, incluso desde los propios fanáticos de la banda intentando justificar, presos del fanatismo bobo que el mundo del rock alienta, lo que podría haber derivado en una tragedia. Más allá de la valoración personal hacia tal o cual banda, es un fenómeno que tal vez deberíamos detenernos a pensar con una mirada más abarcativa dejando de lado ciertos fanatismos-odios que nada ayudan y mucho estorban.

1 de agosto de 2015

Bailando por un voto

A una semana de las PASO para las elecciones presidenciales 2015, los spots publicitarios de todos los candidatos se pasean en loop por toda la televisión argentina generando esa omnipresencia inevitable característica del medio como vehículo de difusión. 

El spot, en el caso de la televisión, comporta un desafío ineludible: condensar en imágenes y palabras en un breve período de tiempo un mensaje conciso, eficaz, contundente. Sería una locura pedirle a un spot de campaña que exprese claramente las políticas y medidas a tomar en caso de ser gobierno. Se trata más bien de resumir en un slogan características positivas propias y dejar en claro (sobre todo en esta pelea de "continuidad vs cambio") que el otro es más de lo mismo o directamente no sirve.

Difícilmente un candidato logre captar un gran caudal de votos solamente a partir de un spot publicitario. Pero partiendo de las posibilidades narrativas que la televisión ofrece, la originalidad aparece como la herramienta argumentativa más buscada. El problema es que el límite entre lo disruptivo y lo bizarro es tan lábil que la mayoría termina cayendo en la ridiculez más absoluta.

Por citar solo algunos ejemplos, están las piezas maestras (?) de Massa en la que un bebé llora frente a la pantalla mientras desfilan imágenes de los años kirchneristas; Macri visitando casas de familia de todo el país; Scioli mezclando imágenes de su vida como deportista con su actividad política y el del MST, el más bizarro de todos seguramente (palo y palo con el rap de De la Sota), en el que aparece Carlos Menem pariendo a Macri y a Scioli. Parecen todos sacados de un sketch de Capusotto, pero no, son el producto de un trabajo mancomunado entre ladris profesionales de marketing y creativos publicitarios que seguramente cobran fortunas.

En lo que sí son exitosos, sobre todo los partidos que no los vota nadie menos posibilidades objetivas tienen, es en el hecho de instalarse en la agenda mediática, en lograr una visibilidad pública cuya única vía de expresión consiste en correr los límites de la corrección política. Ahí está el verdadero fin del spot, lograr entrar en la discusión aunque sea a partir de una puesta en escena bizarra.

Seguramente en esta semana surgirán nuevos spots que quedarán en la historia de la televisión. Difícilmente el Domingo a la hora de emitir el voto nos acordemos de esas imágenes casi caricaturescas de tipos de los que poco y nada conocemos, pero a los fines del espectáculo televisivo resulta una suerte de gratificación simbólica (?) ver a políticos ante miles de personas auto humillándose por un voto. El show siempre debe continuar...








29 de mayo de 2015

FIFAgate

Suiza, ese faro de eficiencia, honestidad y trabajo, al que aspiramos y ponemos como ejemplo todos los subdesarrollados de este lado del charco, esa utopía inmaculada que admiramos tanto y que tenemos siempre a mano a la hora de discutir sobre política, sociedad, cultura, etc., ese paraíso fiscal en el que todo funciona con la perfección de un reloj ídem (Cuack!) se vio manchado, señalado y puesto al descubierto por nada más y nada menos que un juego: el fútbol. 

Siete dirigentes de la FIFA fueron detenidos en la casta y pura Zurich en el marco de una causa que investiga corrupción por más de 100 millones de dólares en la cesión de los derechos televisivos de distintas competencias deportivas, entre ellas los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022. 

La FIFA está presidida desde hace 17 años por Joseph Blatter (Suizo), quien sucedió en el cargo al brasilero Joao Havelange tras 24 años de reinado (!). Claramente en la FIFA el sillón es demasiado cómodo (?). Ahora bien, un caso de corrupción como éste, de repercusión mundial, exige desde la ética y el amor propio de cualquier ser humano con algo de dignidad en sangre, una renuncia masiva de dirigentes. Sobre todo de su cara visible, máxima responsable de colocar a los funcionarios corruptos en lugares de poder. 

Muy por el contrario, se realizó en el día de hoy una elección histórica para la presidencia de la FIFA en la que el caradura de Blatter resultó triunfador por 173 votos contra 73 de su único rival, el Príncipe de Jordania Ali bin Al Hussein, quien se retiró de la segunda vuelta reglamentaria (sí, ballotage en una elección entre dos!! Ésto es un circo). Así, se extienden a potenciales 21 años de Blatter al frente del máximo organismo del fútbol mundial.

Este resultado se explica, en gran parte, por la práctica extendida del mecenazgo, más cercano a la política que a la dirigencia de cualquier deporte. Así debería ser, al menos. Pero desde que el fútbol se tornó uno de los negocios más rentables, los favores a cambio de apoyo (el famoso "dame-que-te-doy") se volvieron moneda corriente. 

El "FIFAgate" desnuda la necesidad de un cambio en todos lo niveles: de nombres, de topes de períodos al frente del organismo, de formas de elección (resulta caricaturesco que el voto no sea secreto a esta altura), de transparencia en los números, etc. 

Para el final, dos frases bien nuestras exportadas al mundo: 1) "Todo pasa", cualquier parecido con la realidad de la AFA no es pura coincidencia. 2) "La pelota no se mancha", Ay, Diego!


15 de mayo de 2015

Papelón histórico

Dentro de muchos años, cuando se escriba el libro negro del fútbol argentino, el capítulo dedicado al 14 de Mayo del 2015 será sin lugar a dudas uno de los más oscuros. Porque la acumulación de una serie de hechos desafortunados, responsabilidades individuales y negligencias desde todos los rincones implosionaron manchando con tinta indeleble al espectáculo deportivo más hermoso del mundo. Una vez más...

Boca y River se veían las caras en un choque histórico: partido de vuelta por los Octavos de Final de la Copa Libertadores, la competencia más prestigiosa a nivel clubes en el plano continental. Uno de los dos seguiría, el otro quedaría en el camino. El sueño de todo hincha: poder eliminar deportivamente a su histórico rival de una competencia internacional. Y de los neutrales también, porque contemplar a los dos equipos más grandes de nuestro fútbol en esta instancia es (o debería haber sido) un espectáculo hermoso.

Pero la historia estuvo lejos de todo atisbo de belleza. Una vez más, lo violentos acapararon la escena entregándonos un devenir de escenas bochornosas: gas pimienta arrojado en la manga de los jugadores de River al momento de iniciar el segundo tiempo, jugadores quemados, insistencia por parte del plantel y cuerpo técnico de Boca para continuar el partido, poca personalidad del impresentable árbitro para suspender lo que a esa altura ya era un papelón, el plantel de River retirándose mientras desde la tribuna les llovía de todo, dirigentes de la Conmebol yendo y viniendo sin saber qué hacer, un operativo policial digno de una comedia yanqui de bajo presupuesto, los jugadores de Boca saludando al final a los pelotudos hinchas que iniciaron este quilombo... Ni a propósito se podría haber hecho todo tan mal.

Pero sería un error pensar que este tipo de comportamientos (repudiable, está demás decirlo) es solamente patrimonio de la hinchada de Boca porque son negros, cabezas, poco menos que simios (en redes sociales se pudo leer este tipo de cosas y más). La violencia es parte constitutiva de todas las hinchadas del fútbol argentino. Ya no se trata de una anomalía aislada que es necesario erradicar, sino su modo de expresión de las frustraciones deportivas. Y el límite entre el tan mentado folklore del fútbol y la incitación a la violencia (lábil como pocos, es cierto) los violentos tardan segundos en traspasarlo.

Porque la cultura del aguante, esa suerte escala de valores surrealista en la cual cagarse a trompadas en la cancha, tratar al hincha del equipo rival de "puto", "cagón" y "amigo de la yuta" o incluso llegar a matar a un simpatizante de otro club, está bien. El "aguante" legitima todo tipo de violencia. Y fueron los 35 años de "grondonismo" los que posibilitaron el crecimiento exponencial de las Barras Bravas del fútbol argentino. Amparadas por la connivencia policial y dirigencial, metidos de lleno en los negocios de los clubes y utilizados como punteros políticos, todo eso potenciado por falta de sanciones desde (donde si no) la AFA. La herencia que Don Julio nos legó...

También sería un error pensar que el fútbol es EL problema. Por el contrario, este tipo de situaciones de violencia extrema hablan de un problema mucho más profundo: una sociedad enferma que encuentra en el fútbol el vehículo ideal para manifestar su falta de valores, educación, principios... todo eso no puede expresarse sino de manera violenta. 

El fútbol argentino está herido de muerte. Hace rato que lo está. Lo de ayer es solo un episodio más, que traerá debates, sanciones, medidas de seguridad... todas aspirinas para intentar curar un cáncer terminal. Porque dentro de una semana la pelota volverá a girar y todos nos olvidaremos rápidamente de este papelón hasta que vuelva ocurrir. Y así, en esta rueda patológica que llamamos fútbol argentino. Todos, en mayor o menor medida, somos responsables.

30 de abril de 2015

Increíble pero real(ity)

Corría el año 2001, meses antes de la última gran crisis (¡mirá que casualidad!) y la Televisión Argentina de pronto se vio inundada de un nuevo formato cuyo éxito ya había sido probado en los países del primer mundo: Reality Show, tal su nombre obviamente en inglés, a lo que acá no nos esforzamos mucho en buscarle una traducción copada y lo adoptamos simplemente como Reality. Entre ellos, uno de los primeros en desembarcar en estas tierras fue Gran Hermano.

Quizás su mayor virtud (?) sea la simpleza extrema de la propuesta: doce participantes (así era al principio), seis varones y seis mujeres encerrados en una casa durante cuatro meses obligados a convivir con desconocidos. Todas las semanas ellos mismos debían decidir cuál de los compañeros les molestaría menos que abandone la casa (nominar) y después el público definía entre los dos pelotudos que menos se bancan más votados.

"La vida misma" era el slogan por esos días. O sea, todas las miserias humanas expuestas frente a desconocidos, sumadas al encierro y a la competitividad por un premio económico, haciendo un esfuerzo de abstracción sobrehumano y dejando de lado que nadie vive así, sin trabajar, sin el estrés que generan las obligaciones cotidianas, esperando las órdenes (?) de una voz supraterrenal que los caga a pedos ordena su agenda diaria, o sea, el Gran Hermano y, como toque final de este experimento macabro, con la presencia de las cámaras de televisión 24 horas del día.

Ayer comenzó una nueva temporada de la casa más famosa del país (?) y la primera Gala (¡Mamita los conceptos alrededor de esta porquería son el sueño de cualquier Sociólogo!) tuvo picos de 16 puntos de rating en América, una marca muy por encima de la media del canal. La pregunta es: ¿por qué una propuesta tan básica seduce a tanta cantidad de gente? No hay nada más que 14 personas desconocidas discutiendo por el uso del baño, la limpieza de la casa y algún que otro quehacer doméstico más. Las elecciones del público en materia televisiva siempre son difíciles de comprender. Evidentemente, existe algo entre el morbo, el entretenimiento pasatista y la cercanía de la gente común (?) con lo que ve en la pantalla. Poco más.

A todo ésto hay que sumarle un dato no menor: la propuesta de un debate (otra vez la pretensión de los conceptos) de notables de la TV (?) en la que discuten los principales eventos de la semana en la casa. Queda claro que si algo no existe es vergüenza en este mamarracho hito televisivo.

Por otro lado, se trata de la ¿Séptima? ¿Octava? edición (incluyendo una de semi famosos), por lo tanto de un formato híper desgastado lejos de la novedad (?) de las primeras temporadas. ¿Por qué la televisión tiene que meterse a revivir viejos formatos para conquistar audiencia? Ok, es televisión y no habría que pedirle demasiado. Nadie en su sano juicio va a pretender que se convierta en vehículo divulgador de alta cultura. A esta altura, nos conformamos con un mínimo de disimulo...

"Un millón de moscas no pueden estar equivocadas" suele ser el argumento legitimador de este tipo de éxitos difíciles de explicar.  Aceptar esta premisa puede desembocar en el hecho de consumir lo que sea, sin exigencia alguna, cuando tal vez la salida sea esquivar todo lo posible la omnipresencia televisiva. Es una alternativa...



28 de abril de 2015

Si hacemos que suceda, conviene (?)

Cuando pensábamos que en materia de redes sociales, aplicaciones y demás chucherías 2.0 (?) estaba todo inventado, llegó esta especie de cupido del tercer milenio sin arco ni flecha pero con celu y 3G (cuando anda (!)). Para vos, pebete tímido que andás por la vida enamorándote en el transporte público, caminando por las calles de la gran ciudad o tomando un té de boldo en ese barcito cool de Palermo, se inventó Happn, aplicación que te permite encontrar a esa Julieta que te cruzaste por la calle y por cagón timidez no te animaste a hablarle.

Happn nació en Francia hace unos seis meses y ya tiene más de 100.000 usuarios en todo el mundo. Con un funcionamiento similar al de Tinder, permite filtrar por hombre o mujer (fundamental), edad y distancia. La diferencia radica en que Happn hace énfasis en el momento. Si la encontrás, le mandás un "Saludo" (?) y si acepta, dale para delante, Romeo! Qué más necesitás?

Tal vez Tinder funcione más a la manera de un boliche virtual tipo cinco de la mañana, con un nivel de filtro prácticamente nulo y una delgada línea entre el ganador y el goma. En esta suerte de derrotero para tímidos Romeos (?), Badoo presenta todavía menos credenciales a la hora de ordenar su vidriera y el 95 % son impresentables. Así, Happn promete una interesante vuelta de tuerca.

A esta altura, hasta el querido y recordado MSN ya parece de otro siglo. El cara a cara perdió inapelablemente frente a la interacción 2.0. Si no hay pantalla, que no haya nada entonces... 

Ahora bien, a la hora de la igualdad de géneros, Happn sigue reproduciendo este modelo arcaico que el feminismo progre se olvida de criticar. Mientras las mujeres podrán hacer todo sin pagar nada a cambio, los pelotudos sin dignidad hombres se deben manejar con créditos que funcionan como la moneda de la aplicación y que se utilizan para poder chatear con cualquiera de los contactos mujeres disponibles. Como en cualquier boliche, bah...

Ese acto de heroísmo que implica hablarle a un/a desconocido/a en la calle, del que no todos somos capaces, encuentra en la mediación tecnológica su complemento cobarde. Los fundamentalistas del romanticismo verán en Happn la frontera última de la conquista. Otros, en cambio, encontrarán su utopía en una aplicación (?). Apocalípticos e integrados, una vez más.

Imaginemos el siguiente diálogo dentro de muchos, muchos años:

- Abuela, cómo se conocieron con el abuelo?
- Tu abuelo me vio en el subte, se enamoró a primera vista y como era tan lento no se animó a hablarme. Pero se bajó una aplicación, me contactó y empezamos a hablar... En nuestra época las cosas eran así, nene...

Hermoso!

10 de abril de 2015

Historias de Youtubers y de famas

De repente, casi sin aviso para los que hace rato dejamos de ser teenagers (?), apareció una nueva raza de "estrellas" que generan histeria popular, son reconocidos mundialmente y, por si fuera poco, ganan fortunas. Verdaderos sabios en esto de "primerear" las nuevas tecnologías para explotar formas de comunicación hasta ayer nomás ignotas, los Youtubers (eufemismo castellanizado para nombrar a los famosos en la red social YouTube) se convirtieron vertiginosamente en los adalides del "hágalo usted mismo".

Parte de un fenómeno todavía poco conocido en nuestro país pero con algo más de recorrido en Estados Unidos, Europa y Asia, se realizará el primer encuentro de Youtubers en la Rural, por el que los fans pagarán $ 350 por día (!) para ver a sus admirados. ElRubius, un español de 24 años que con su sola presencia ya generó una verdadera revolución adolescente (?), es el más famoso de los asistentes a la convención, con 11 millones de seguidores en su cuenta de YouTube.

Resulta curiosa, aunque no descabellada, la forma en que estos muchachos logran el estrellato. No componen canciones ni lideran una súper banda de rock que marca generaciones, no son actores de tanques de Hollywood, tampoco futbolistas que rompen récords por el mundo... Tal vez la clave del éxito haya que buscarla en otro lado, por ejemplo en la construcción de una personalidad más terrenal que los acerca a sus fans. En ese "ponerse en el mismo escalón" que sus admiradores (posicionándose casi como un par) y echando mano a situaciones cotidianas por afuera de los medios tradicionales, logran la tan mentada identificación y - las más deseada aún - viralización.

Se trata de una especie de revancha de los sin voz. A través de Blogs y redes sociales (antes Fotolog, ¿te acordás de la pelotuda subnormal de Cumbio?) supieron aprovechar la proliferación de smartphones y la facilidad para crear videos, sumado al sencillo acceso y viralidad que YouTube otorga. El resto es solo tener algo que contar y, dato no menor, un público sub 20 consumidor y ávido de ese otro lenguaje menos tradicional y poco exigente, a diferencia de los medios tradicionales.

Además, al ser un terreno relativamente nuevo (¿10, 15 años?) y poco explorado, no están definidas aún sus potencialidades, teniendo en cuenta su gratuidad y acceso a un click de distancia, inlcuso desde una Tablet o teléfono celular. La tan ansiada democratización de las comunicaciones encuentra en los YouTubers una de sus aristas (por el momento).

Para los que crecimos por fuera de esta oleada de nuevos rockstars (?) siempre nos va a resultar incomprensible tanta histeria popular por pibes que están al pedo y la vida les sonríe graban videos caseros y a partir de ahí se hacen mundialmente famosos. Probablemente sea una moda pasajera. También se puede entender como una nueva forma de masividad a través de medios no convencionales y estemos ante el famoso "el futuro llegó, hace rato". La opinión de quien suscribe se podría resumir así: el peor de los riff de guitarra de la peor canción de los Rolling Stones siempre va a estar por encima del videito más visto creado por el mejor de estos muchachos.


2 de abril de 2015

Che, Clarín... y Malvinas?

Se cumple un nuevo aniversario del desembarco argentino en las Islas Malvinas, un intento de recuperación que nunca estuvo cerca de pasar de la ilusión a algo parecido a la realidad. Más allá del reconocimiento para nuestros veteranos de Malvinas de los que estamos en el llano (que debería ir más allá de un simple feriado para que todos rajemos a la costa) el periodismo también tiene (y tuvo) un rol importante en este tipo de fechas que marcan nuestra historia.

Hoy, todos los diarios de tirada nacional mencionan el tema en tapa, obviamente variando el tamaño y la disposición en pos de otros temas de furiosa actualidad presuntamente más importantes. Peeeeero también tenemos el caso Clarín:


El triunfo de San Lorenzo en la copa Libertadores, una investigación sobre la manipulación de los datos de la educación, el caso Nisman, la suspensión de Orión, el nuevo edificio del gobierno porteño en Parque Patricios... Y Malvinas? Nada. Ni un recuadrito, una foto chiquita en un rincón, nada.

Resulta curioso porque hace 33 años Clarín se mostraba eufórico por el tema Malvinas:


De la "Euforia popular" y la "Inminente recuperación" al silencio más absoluto. Las decisiones editoriales son justamente eso, decisiones: privilegiar un tema de mayor relevancia por sobre otro. Ahora bien, en un día con escasos temas de agenda, un simple recuadro no podía faltar...

Malvinas es más que una tapa de diario, eso está claro. Muchísimo más. Es sobre todo una herida que no va cicatrizar nunca. Pero desde el periodismo, el silencio es la peor carta que se puede jugar.

7 de marzo de 2015

El fin de los tiempos?

La ciencia hizo todo lo posible, pero al parecer el tan temido final está cada vez más cerca. Los mejores especialistas del país intentaron todo lo que estaba clínicamente al alcance de la mano, pero esta enfermedad, que lleva aproximadamente quince años desarrollándose en forma gradual, ahora sí parece decidida a terminar con nuestro paciente.

El diario en formato papel está herido de muerte. De acuerdo con el informe realizado por el portal Diarios Sobre Diarios, todos los matutinos porteños de alcance nacional registraron bajas considerables en su circulación durante 2014, bajas sostenidas año tras año.

Internet es la gran responsable de la caída del formato papel. La inmediatez y facilidad de acceso a la información (incluso desde un smartphone) a un solo click de distancia, sumado a la actualización al instante, le sacan una ventaja irremontable al diario en el momento de consumo de las noticias. A ésto además hay que sumarle el tiempo, factor no menor, ya que para llevar a cabo el ritual de lectura del diario se necesita de un tiempo de lectura que hoy el ciudadano común parece tener cada vez menos. En cambio, Internet otorga la posibilidad de consumo gratis, en cualquier momento del día y por el tiempo que uno quiera. Imposible competir. 

Siempre se dijo, como una especie de latiguillo periodístico, que no existe nada más viejo que el diario de hoy. La profecía, redes sociales mediante, se cumplió. El flujo constante de noticias, que Internet a través de todos sus formatos recoge incesantemente, dejan al diario de hoy muy lejos. Ya no es viejo, es arcaico.

Los periódicos se vieron obligados a compensar esta desventaja otorgando otros beneficios: más suplementos, más análisis y tarjetas de beneficios (365 en el caso de Clarín, Club La Nación en el caso de La Nación, por ejemplo). Pero estas estrategias marketineras por afuera de lo estrictamente periodístico tampoco pudieron frenar la caída. En 2014, Clarín obtuvo la peor marca en materia de circulación desde su fundación en 1945. En el caso de La Nación, registró el número más bajo de la última década. Diario Popular, para completar el podio, cayó por debajo de los 80.000 ejemplares diarios, cuando venía registrando un crecimiento sostenido en la última década.

Sin embargo, los diarios siguen siendo los grandes generadores de agenda, pero más por una cuestión editorial y política en estos tiempos tan polarizados que por razones informativas y de primicia (?) como antaño. Además, es preciso agregar que la Televisión descubrió (y reinventó) hace unos años la primera mañana como un prime time bis, junto con los canales de noticias las 24 hs. O sea, todo llega antes que el diario.

Si los anunciantes y responsables de publicidad se animan a dar un golpe de timón y entienden que Internet es el nuevo mercado (todavía poco explorado e indefinidas aún sus posibilidades) será el golpe de gracia final para el formato papel. Más allá del deseo un tanto utópico de muchos románticos alérgicos al cambio, en este universo tan dinámico y agresivo, el que no se adapta, pierde. Fue lindo mientras duró...

Fuente:
http://www.diariosobrediarios.com.ar/dsd/notas/4/394-adios-diario-papel.php#.VPrvX3yG830

28 de febrero de 2015

Siempre es mejor llamarlo a Saul

Cuando una serie logra traspasar los límites estrictamente televisivos y alcanza el tan preciado pedestal de "mito", resulta una tentación alargarla todo lo posible para no dejarla ir. Los resultados, cuando ésto sucede, no suelen ser los esperados en el plano artístico. Afortunadamente, no fue lo que pasó con Breaking Bad, que tuvo su final en tiempo y forma, un final a la altura de lo todo lo generado en cinco temporadas. 

Sin embargo, para mantener con vida el espíritu BB de alguna manera y como una apuesta riesgosa pero destacable, apareció Better Call Saul, conocida como su spin-off, creada por los mismos autores: Vince Gilligan y Peter Gould. La misma se centra en Saul Goodman, el inefable abogado de Walter White, un personaje secundario pero con un carisma a prueba de balas (?) que bien merecía su propia serie. Las dudas de todos los fanáticos era razonable: ¿cómo hacer para crear algo distinto pero que mantenga el espíritu de Breaking Bad? Si no están los personajes principales, ¿qué sentido tiene? ¿Da para centrar una serie en un personaje secundario de otra?

Todas estas dudas quedaron disipadas en cuanto empezó a correr el primer capítulo. La serie se centra en las andadas de nuestro abogado favorito antes de los sucesos de BB. La vuelta al pasado, los famosos flash back, son un resurso inevitable en las series actuales. Echar un vistazo a lo ocurrido en el pasado para entender cómo se desarrolla el presente, otorga una dinámica narrativa aplaudible. Pero en este caso, dejó de ser recurso para ser el hilo conductor de toda la serie y así crear algo nuevo. Arriesgado pero saludable.

El primer episodio de Better call Saul fue visto por casi 7 millones de personas en Estados Unidos, convirtiéndose en el estreno más visto de la televisión por cable de ese país. La expectativa era grande, está claro. Pero ciertamente no defraudó. Diálogos intensos, humor ácido y secuencia de planos fuera de lo común son algunos de los componentes de Breaking Bad que se mantienen, al mismo tiempo que la serie desarrolla una autonomía propia a partir del desarrollo en profundidad de nuestro abogado estrella.

Todos estamos esperando que tanto Walter White como Jesse Pinkman hagan su aparición estelar, aunque por el momento no está confirmado que sean parte de la serie. Mientras tanto, con sólo cuatro capítulos (y la participación de otros personajes secundarios de BB) queda claro que Better call Saul tiene mucho para dar en este mundo en el que parece estar todo inventado. Interesante vuelta de tuerca


12 de febrero de 2015

El Pac-Man de Cristóbal

El grupo Indalo Media, propiedad del empresario Cristóbal López, está a punto de adquirir el diario Ámbito Financiero, matutino especializado en economía fundado en 1976 por el recordado Julio Ramos. Ámbito, como se lo conoce popularmente, es uno de los grandes diarios de Argentina dentro del subtipo de periódicos abocados al mundo de las finanzas principalmente, junto con El Cronista Comercial y BAE Negocios.

Este cambio de manos empresariales, cuestión a la que los grandes medios se ven sometidos con frecuencia, supone además un avance en el mundo de los medios y el manejo de la información por parte de un empresario vinculado fuertemente con el kirchnerimo como Cristóbal López. Dentro de su grupo, que se conformó como tal en el terreno mediático en los últimos diez años, ya se encuentran el canal de noticias C5N, la AM Radio 10, las FM Mega, Por Radio, Vale y One, el portal Minutouno.com, la productora Ideas del Sur y diversos medios en la Patagonia.

Resulta cuanto menos curioso que un Gobierno que impulsó la reforma de la Ley de Medios (sumamente necesaria, la última data de 1982, durante la Dictadura Militar) y la idea de desbaratar los monopolios en materia mediática, defendiendo este emprendimiento como uno de sus pilares políticos más importantes, permita el avance de un mismo grupo sin ningún tipo de cuestionamientos. Al parecer, para los amigos, todo...

Suena un poco a frase hecha ésto de luchar contra los monopolios mediáticos. Llevarlo a la práctica, cuando tantos intereses económicos y políticos se cruzan, parece ser una tarea muy difícil de emprender. 

Aunque utópico, no es una cuestión para pasar por alto. Toda democracia madura requiere indefectiblemente de pluralidad de voces, oferta informativa diversa, distintas miradas. Porque la información, lejos de ser un fiel reflejo de la realidad (muy lejos) se construye. Y cuando una sola mano es la que la construye, se pierde mucho. Claramente es el efecto buscado. 

Además es una pena, políticamente hablando, que un Gobierno que llevó la lucha contra el Grupo Clarín (grupo mediático igualmente repudiable, incluso más repudiable aún por motivos que todos conocemos pero que quedarán para otra crónica) a niveles insospechados, con argumentos convincentes e iniciativas interesantes, caiga en el mismo error que tanto se rasgaron las vestiduras para criticar. Haz lo que yo digo, pero eso sí, nunca mires lo que yo hago...

2 de febrero de 2015

Éramos pocos y cayó Dubsmash

Suele decirse, como una suerte de slogan todoterreno, que no existe nada más viejo que el diario de hoy. Adaptando este simpático lema a los tiempos que corren, podríamos reformularlo más o menos de la siguiente manera: "no te encariñes demasiado con esa aplicación, esa red social, esa forma de comunicación... la siguiente no va a tener piedad al momento de desplazarla"

Dubsmash, la aplicación de moda (?) que parece haber llegado para quedarse a la Argentina, es un bicho raro de analizar. No por su complejidad, todo lo contrario. La simpleza (al extremo, al punto casi de gritarte estúpido en la cara) es su as de espadas. Consiste en crear videos cortos donde el usuario puede hacer doblajes de famosas líneas que van desde películas, series televisivas, canciones, etc. Básicamente, permite hacer playback sobre la voz original, poniendo el acento en los dotes actorales (?) del creador del video.


Tal vez Dubsmash llegue a desplazar a los videos de usuarios anónimos en YouTube, como pasó con las redes sociales desplazando a los Blogs, Whats App al chat y los smartphones a los cibercafé (?). Porque así se maneja este mundo cruel de la tecnología (la nueva jungla 2.0), supervivencia del más tecno (?)

Ahora bien, ¿a qué responde la popularidad de este tipo de modas? ¿Tiempo libre? Fundamental ¿Necesidad de protagonismo? Puede ser ¿Demasiada cantidad de actores frustrados? Muchísimos, evidentemente. Y sin miedo al ridículo. Algo es seguro: no son graciosos, no son originales, no tienen valor artístico alguno. En fin, como toda moda con pocos argumentos, lo más probable es que pase al olvido más temprano que tarde.

El año es largo, pero creo que entre el palo para Selfies y Dubsmash pelean mano a mano el título de "Bizarreada tecnológica del 2015"...

9 de enero de 2015

La viñeta más triste

Es increíble tener que decirlo en pleno siglo XXI: una sociedad madura necesita, requiere y exige una prensa libre. Un sistema de medios que funcione como contra poder, ese vehículo de denuncia para los "sin voz", es indispensable.

No lo entendieron así los responsables del atentado contra el semanario satírico francés "Charlie Hebdo", el cual dejó un saldo de 12 muertos y puso en jaque la libertad de expresión en un país supuestamente del primer mundo. 

El error (?) del "Charlie Hebdo" fue meterse con temas demasiado sensibles (el Islam), cuyos miembros (los Musulmanes) no regalan lo que se dice sentido del humor. El principal recurso del semanario es la parodia y la blasfemia, al estilo de nuestra Revista Barcelona. Y como todo medio satírico, la idea es correr el límite cada vez más, transgresión constante. La línea editorial supone que no hay enemigos intocables ni temas sensibles. Y es perfectamente válido

Lo que no debemos hacer bajo ningún punto de vista es confundir los papeles: nunca puede una parodia hacia un colectivo social, personalidad pública o figura política justificar la violencia. Jamás. La blasfemia, en este caso hacia el Islam, debe entenderse como un recurso más dentro de una forma de comunicar, pero no como la primera piedra dentro de una escalada de violencia. 

Si todavía hoy tenemos que hacer estas aclaraciones y grupos religiosos (a partir de una doctrina súper cerrada) se erigen el derecho de reaccionar a través de una atentado cobarde (como todo atentado), quiere decir que no hemos entendido siglos y siglos de violencia sin sentido. La tinta, hoy, más negra que nunca...